Ayer fue día del biólogo marino y aún es momento para recordar que el océano merece que se haga mención de algunas distinciones esenciales que debemos tener en cuenta al momento de estudiarlo o percibirlo. 

¿ Por qué?  La vida se originó en él, y su historia como territorio espacio-temporal posibilitó las estructuras fundamentales desde las cuales surgió la evolución orgánica

Parecería obvio pero la teoría evolutiva (nueva síntesis que de nueva tiene 70 años), no incorpora con suficiencia los parámetros ambientales no genéticos, situación extraña debido a que la molécula de la herencia fue producto de causas ambientales y no solo de la inercia química de un caldo primigenio. 

Los océanos tienen una doble consideración. Primero como espacio físico en el que se desenvuelve la dinámica de los seres vivos y segundo como un nicho ontológico, es decir, como un espacio perceptual que ha construido a los seres vivos y que delimita su evolución mediante las modificaciones retroactivas de los organismos que lo albergan. El océano no es inerte a los cambios en la dinámica biótica y que a su vez la vida siempre incorpora información de su ambiente

Al decir que el mar es un espacio semiótico es necesario abordar los conceptos de herencia semántica y herencia de nicho. La herencia de información semántica es cualquier tipo de rasgo o característica que posibilite una interpretación previa del ambiente. Esto se da en numerosas ocasiones a través de mecanismos epigenéticos como la metilación que produce por ejemplos variaciones en la forma de los organismo o modificaciones específicas en la fisiología.La herencia de un nicho celular existirá siempre y cuando se herede cualquier carga semántica que bien opere más allá de las secuencias de DNA.

En el mar esta herencia semántica existe en múltiples formas pero aquí algunos ejemplos robustos:

 En su inicio, la vida no sólo estuvo restringida al C, H, O, N, P, S, también a una atmósfera sujeta a la ionización de las tormentas solares, a las inestabilidades magnéticas de la tierra por la conformación de su núcleo y por la radiación UV sobre las aguas. 

La falta de oxígeno – por ende carencia de ozono en la atmósfera prebiótica- permitió que el espectro completo (> 180 nm) de la luz solar entrara en los océanos. El agua absorbe fuertemente longitudes de onda menores a 180 nm. Los iones de cloruro, sulfato y fosfato, están protegidos, pero los aniones como el bromo y yodo, absorben este UV abundante, formando radicales oxidantes, reactivos y electrones solvatados (para detalles, ver Mauzerall 1992 y, 1995).

  • Grupos de iones selectos para favorecer cargas eléctricas (Mg-Na-Ca) tanto dentro de la célula como en las cargas de nucleótidos es derivada de una disponibilidad seleccionada químicamente por las condiciones del mar
  • Centros moleculares de Hierro en la clorofila, debido a que su evolución fue durante los períodos conocidos como mares ferruginosos.
  •  Ca y Mg con cargas divalentes favorecidas por la cargas del agua. Útiles para neutralizar la carga en los ácidos nucleicos y organizar la estructura del ARN en estructuras enzimáticas (ribozimas).

     

Todas estas razones son ejemplos de herencia semántica a nivel molecular y hacen del mar un nicho ontológico, además de ecológico, porque de él derivan condiciones necesarias para que la vida sea considerada como tal. 

En conceptos biosemióticos, se puede decir que el papel del mar como efuerza evolutiva recae en sus siguientes rasgos:

Agencia. El mar tiene efectos directos en el origen de la vida y la historia evolutiva.

Normatividad. Los patrones físicos, químicos y biológicos en el océano son robustos y regulares. Lo que permite una evolución normada por el ambiente y las posibilidades dentro de él.

Teleofuncionalidad: Hay direcciones y regularidades en la evolución debido a que la herencia de información se basa en la presencia de información biológica y ambiental previa.Por ello hay animales con alas cuyo origen evolutivo es distinto. 

Con esto quiero decir que podemos considerar al mar como un espacio en dónde ocurre la creación y transmisión y producción de signos. Esto a su vez implica que la evolución de la vida se puede revisar desde conceptos como información, símbolo, comunicación, entendimiento, percepción

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